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¿Cómo climatizar la cocina de un restaurante?
Hornos, freidoras, sartenes con aceite caliente, carreras, cocineros buscando un espacio donde trabajar y órdenes de comida que preparar. Son imágenes típicas de cualquier restaurante. Y todo esto produce un entorno cargado de presión, calor y bacterias, donde una buena climatización será clave para tener un ambiente de trabajo más agradable y saludable.
Al pensar en climatizar un ambiente suele venirnos a la cabeza subir o bajar la temperatura de un entorno. Pero con la evolución de la tecnología, los sistemas encargados de esa tarea no solo controlan la temperatura, sino también la humedad y la limpieza del aire.
Tener bajo control esas variables en un entorno cargado de humos y vapores como la cocina de un restaurante, será clave para la calidad de los alimentos, pero también para la salud de los cocineros.
Como en todo proyecto siempre será más fácil climatizar una cocina de un restaurante cuando esto se contempla desde un principio. Es decir, en la etapa de planificación del nuevo restaurante ya debemos tener en cuenta los elementos de climatización, ya que una vez construido y equipado el local será más complicado y costoso.
¿Cómo climatizar la cocina?
Se tiende a pensar que con las campanas de extracción y un flujo de aire común será suficiente para limpiar de calor y humos una cocina. Pero la realidad es que el aire fresco y limpio que se inyecte será eliminado por la propia campana. Lo que convertirá la solución en un problema en forma de facturas eléctricas desorbitadas. Todo ello sin lograr el “clima” buscado.
Por eso se crearon soluciones más económicas y efectivas. Una de ellas son los aires acondicionados VRF capaces de disipar los olores al mismo tiempo que logran las condiciones climáticas deseadas.
Esta tecnología permitirá controlar de manera precisas condiciones clave para un ambiente
agradable de trabajo como la temperatura, la humedad y la calidad del aire. Además, tiene la ventaja que generan con poco ruido.
Otra de sus ventajas es la eficiencia energética, que se logra gracias a la ‘‘tecnología inverter’’. Esta innovación permite utilizar el refrigerante exacto dependiendo de la temperatura del lugar y la del termostato.
El refrigerante no es un tema cualquiera, por ello será importante elegir un aire acondicionado VRF que use un refrigerante amigable con el medio ambiente como el R-410 y no otros conocidos por su poder contaminante como el R-22.
No solo bajarán la temperatura
La ventaja es que los climatizadores actuales no solo conseguirán bajar la temperatura, sino que también mejorarán la calidad del aire y evacuarán malos olores, humos y gases que continuamente se generan dentro de una cocina.
Estas medidas nos ahorrarán dinero; mejorarán la salud de nuestros cocineros que aumentarán su rendimiento y productividad; se evitarán infecciones y enfermedades provocadas por los cambios extremos de temperatura al utilizar el aire acondicionado y hará el entorno laboral mucho más agradable, saludable y atractivo.
¿Qué debemos tener en cuenta para climatizar?
Cada cocina es un mundo y por tanto habrá que ver las condiciones de cada entorno para ver una solución específica y personalizada. En lo que a climatización se refiere no existen recetas mágicas aplicables a cualquier caso.
Por ello habrá que tener en cuenta variables como:
Es importante conocer el área que necesitamos climatizar para ver los sistemas que mejor se adaptan y la potencia que deben tener.
Es importante el tamaño de la cocina a climatizar, pero también el tamaño total del local. Esto se debe a que, dependiendo de la cercanía con el área de clientes, habrá que contemplar una mayor o menor potencia de climatización.
A la hora de analizar la potencia necesaria, también será importante ver la ubicación de la cocina con respecto a las áreas donde los clientes se sentarán y comerán, para que el calor, los humos y los olores nunca alcancen esos lugares.
Además de la ventilación que meteremos de manera artificial, también es importante conocer las áreas de ventilación naturales en forma de pasillos y ventanas.
Por último, es clave conocer el grosor de puertas, ventanas y paredes. El aislamiento de esos elementos será clave para que la climatización planificada se cumpla realmente y no se quede en una simple ilusión.
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